El Rayo nos emociona (1-0)

Me vais a permitir que haga un paréntesis hablando de triatlon y hoy os haga una crónica del triunfo del Rayo Majadahonda «Benjamin D» en Torrelodones.

Los que me conocéis, sabéis de mi afición a las crónicas. Durante mi etapa en el Calasanz Pozuelo, se hicieron famosas en el Grupo 1 de la 1A Regional madrileña.

Hoy las retomo, pero contando el partidazo del equipo de Lucas, el mayor de mis 4 hijos. Casualidades de la vida, también juega de central, como yo. Así que si ya de por sí me flipa verle, pues encima jugando ahí atrás…

Después de tres semanas muy complicadas enfrentándonos a los 3 primeros clasificados, llegaba el primer partido de nuestra liga. No es fácil mantener a un equipo de niños enchufado tras dos derrotas muy duras, pero Joni, su entrenador, está haciendo una labor increíble con ellos y hoy nos han vuelto a emocionar.

Los antecedentes eran buenos. Rendíamos visita a Torrelodones «B», al que ya ganamos en la ida (2-1) y que solo nos sacaba 2 puntos en la tabla. Así que era el día perfecto para conseguir tres puntos y levantar la moral de la tropa.

Fue un partido muy equilibrado. Acabó 1-0, pero bien pudo ser un 5-3. Gonzalo y Nico se convirtieron en protagonistas. Gonzalo salvando el partido con una actuación memorable y Nico dando una lección de cómo jugar al fútbol, aunque en sus botas tuvo hacernos pasar una mañana mucho más tranquila. Una, dos, tres y hasta cuatro ocasiones clarísimas que solo el exceso de potencia en dos y el portero en otras dos, le privaron de salir a hombros por la puerta grande.

Torrelodones tenía un futbolista descomunal. El 11 hacía lo que quería. Con una zurda asombrosa para su edad. De sus botas nacieron las dos primeras ocasiones clarísimas para adelantar a los locales, pero Gonzalo y la mala puntería, lo evitaron.

La idea del Rayo de Joni es clara. Salir tocando rápido y buscar la velocidad de Soro, que una vez más se batió el cobre como un gigante con los centrales. Así llegó el 1-0. Salida de balón de manual. Gonzalo en corto para Eloy. Apertura a Iago, conducción rápida, balón a Nico y este en profundidad a Vallejo para quedarse solo delante del portero. A muchos se les hace de noche ante una situación así, pero a Vallejo no. Encaró con calma, levantó la cabeza y la puso pegadita al palo. Definición de 9. Definición de jugón.

Era nuestro momento. Había que matar el partido porque el gol dejó tocado al Torrelodones. Al minuto del 1-0, Nico en un jugadón emulando al gran Patrick Vieira, con una zancada poderosa, se plantó delante del portero, pero le faltó la calma de Vallejo para poner el 2-0. El partido era nuestro, pero Jony estaba con la mosca detrás de la oreja. Había que hacer el segundo para liquidar el asunto.

Torrelodones llegó vivo al segundo acto y tuvo su momento para empatar, pero se topó con un Gonzalo brutal. El equipo demostró ambición, quería el 2-0 y Nico se disfrazó de Superman para lograrlo, pero una vez más mandó una ocasión clarísima al cielo de la sierra de Madrid. El partido se había convertido en un toma y daca. Un combate de boxeo. Intercambio de golpes y «San Gonzalo» entrando en acción. Los minutos pasaban y ellos se crecían. Eloy y Lucas tenían trabajo extra atrás, ambos salvando momentos de mucho peligro.

Joni se tiraba de los pelos. El fútbol es muy cruel y cuando perdonas, lo acabas pagando. Miraba el reloj y los minutos eran horas. Jony se desgallitaba pidiendo orden y cabeza. Todos sufríamos, la grada azul encabezada por Miguel, el padre de Miki, era un clamor. «Vamos Rayooooooooo». Y por fin el colegiado, vestido de negro impoluto como mandan los cánones, pitó el final.

Tres puntos de oro para un equipo con mayúsculas. Es de admirar el trabajo que ha hecho Jony con estos niños. Increíble su evolución en estos 5 meses. Lo verdes que estaban en septiembre y cómo están ahora en febrero, tanto táctica como técnicamente. Y lo más importante, lo felices que son entrenando y compitiendo. Son un EQUIPO con mayúsculas capitaneados por un gran patrón.

¡Vamos Rayo!

1 Comments

  1. Un gran deportista, periodista de formación, y un PADRE ORGULLOSO.

    Decían en mis tiempos que un defensa debía tener unos pies enormes. Yo era de calzado grande. Pero no era lo mío ser defensa. El entrenador siempre me lanzaba para delante. Realmente decía… vete allí delante y que no te vea. Eran tiempos de Cruiff, delgado y rápido. No tuve carrera larga. Por eso mis hijos no me siguieron en la afición.

    Yo tampoco jugaba tanto en una pantalla, que conste.

    Orgulloso de tus hijos.

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